Asociaciones inverosímiles
Asociaciones Inverosímiles
La técnica que mencionamos juega con los inverosímiles y nuestra capacidad creativa.
Para refrescarte la memoria, un inverosímil es una imagen que creas en tu mente lo más surrealista posible. Por ejemplo: un saltamontes entrando en la consulta de un médico moqueando y con la cara enrojecida por la fiebre.
Si cierras los ojos un momento e imaginas con claridad esa imagen, lo ridículo de ver a un saltamontes moqueando y a un médico con pelos de loco y un gran estetoscopio, te aseguro que difícilmente la vas a olvidar.
Ahora ponle voz. Imagina cómo sonará un saltamontes con congestión. También, mira a tu alrededor: ¿Qué ves? ¿Hay una camilla? ¿Un escritorio? ¿Medicinas?
Parece un ejercicio muy tonto, pero su utilidad es inmensa.
Déjame hacerte una pregunta: ¿a que eres capaz de recordar un momento muy feliz de tu vida con total claridad? Y no sólo eso. Seguro que puedes ponerlo en contexto y decir qué pasó antes y después, e incluso traer de vuelta detalles insignificantes.
Y si ahora intentas recordar qué hacías este día de la semana hace una semana, ¿te resulta más complicado?
La razón por la que ocurre esto es que las emociones juegan un papel muy importante en el uso de nuestra memoria. Son uno de los grandes recursos de nuestra mente, sobre todo las positivas, y es por eso que es muy fácil relacionar cosas ya sean palabras o conceptos a estados positivos.
Por ello, sobre todo si eres estudiante, es mejor que te sientes a estudiar cuando estés en un estado positivo ya que tu mente hará muchos más progresos.
¿Cómo puedes usar asociaciones inverosímiles a tu favor?
Igual que aumentando tu velocidad de lectura, estas técnicas hay que practicarlas para lograr una mayor efectividad, y puedes empezar hoy mismo.
De hecho ya has empezado con esas dos palabras que te he sugerido sin que te dieses mucha cuenta. Saltamontes y médico.
¿A que no se te han olvidado?
El primer paso es visualizar con claridad, cerrar los ojos y ponerle intensidad a la imagen. Dale detalles, color y sobre todo movimiento. Si además es algo gracioso que te provoque buenas sensaciones, el efecto será mayor y más fuerte, y tendrás menos problemas en retenerla.
Es fácil aplicar esto a listas de palabras. Yo hice un ejercicio con 12 palabras hace una semana y hoy soy capaz de recitarlas de carrerilla sin problema con tan sólo 5 minutos dedicados a toda la secuencia.
¿Te imaginas poder hacer esto durante un examen oral?
Pero quizá te preguntes qué utilidad práctica tiene, porque los números, por ejemplo, son mucho más complicados de recordar. ¿Y si tienes que memorizar un listado de ríos? ¿O las capitales del mundo?
Eso es mucho más complicado ya que la mayoría no tienen una representación física que podamos traer a la mente, pero hay otros trucos muy sencillos que podemos usar.
Imagina que tienes que memorizar el nombre del río Duero. Se me ocurre que puedes hacer una similitud entre la palabra Duero y duro. Y para no olvidarte de la ‘e’, lo que podrías hacer es imaginarte golpeando una enorme letra ‘e’ hecha de metal o roca. La golpeas muy fuerte pero es demasiado dura como para romperla.
Lo mismo puedes hacer con las personas, sobre todo si eres de los que se olvidan mucho de los nombres.
Esto ocurre porque a tu mente no le interesa tanto pasa desapercibida esa información. Pero por eso usamos las asociaciones inverosímiles, para que decida grabar esa información.
Un truco muy sencillo es, cuando una persona nueva te diga su nombre, asócialo a una característica suya que te llame la atención: un lunar, el color del pelo, una prenda que lleve puesta.
Crea tu propia asociación inverosímil, dedícale unos segundos a visualizar esa imagen poderosa y te aseguro que no se te olvidará. Cuantos más detalles, mejor.
Cómo trabajar con números
Los números o datos numéricos son más complicados para la memoria ya que no tienen ningún tipo de referente o asociación. Además de el problema de que son infinitos.
Crear una asimilación inverosímil para cada número sería una completa locura. Por suerte, hay métodos mucho más sencillos para lidiar con esta labor y poder recordar largas cifras con tan solo un vistazo.
Y no, no es imposible. El récord mundial es un número de 13 cifras que se memorizó en un segundo. Lo que sí requiere es mucha práctica.
Cada maestro tiene sus propios trucos para esto, y hoy me gustaría hablarte de cómo Ramón Campayo lo hace.
Él usa el método del casillero.
Para ello, lo que hace es asociar una letra diferente a cada número del 1 al 9, incluyendo el 0. Una vez tengas esa asociación, ya puedes crear combinaciones de números que darán como resultado un conjunto de letras.
Por ejemplo, si el 1 = L y el 9 = B, el número 19 daría LB y el 91, BL.
El siguiente paso es asociar una imagen a esas letras. Con LB podrías usar ‘lobo’ y con BL ‘bola’. ¡Las posibilidades son infinitas!
Todo esto, por supuesto, requiere práctica y consistencia, igual que aplicar técnicas de lectura rápida. La teoría queda muy bonita en el papel, pero lo importante es saber ponerse a ello y ser consistente para alcanzar unos resultados increíbles.
Estas técnicas son las que usa y enseña Ramón Campayo, campeón mundial de memorización. Un guardia civil que es capaz de aprender un idioma en 7 días, y con el que estamos preparando un gran sorpresa para ti.
Si quieres entrenar tu memoria de verdad y lograr hazañas que jamás habrías considerado posibles, no dudes en echarle un vistazo al entrenamiento gratuito que estamos preparando junto al campeón mundial. Sí, gratuito para que tú también puedas aprender todos sus trucos.
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Dime, ¿Qué dos palabras te he enseñado al principio del artículo? ¡Cuéntame en los comentarios qué te parece esta ampliación!
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